La inteligencia social engloba las habilidades y competencias sociales que los seres humanos emplean para mantener interacciones interpersonales fluidas y agradables. Se puede desarrollar la cognición social practicando las habilidades de comunicación. La investigación en neurociencia social demuestra que la inteligencia social es una habilidad clave para el desarrollo profesional y personal y requiere cualidades como la empatía, la escucha eficaz y una rica comprensión de las emociones.

Para desarrollar la inteligencia social, hay que centrarse en estas áreas:

Serun oyente activo: escuchar lo que dicen los demás y evitar interrumpirlos o hablar por encima de ellos. Mostrar respeto por las opiniones y responder con calidez a las ideas o respuestas de los demás.

Empatiza con los demás: practica la empatía, preocúpate por el bienestar de los demás y esfuérzate por comprender sus emociones y razonamientos.

Practique sus habilidades comunicativas: las habilidades comunicativas y conversacionales son una parte importante de la inteligencia social. Una comunicación sólida implica la capacidad de hablar con confianza y mantener conversaciones triviales.

Expresiones faciales adecuadas: la presencia y las expresiones faciales también forman parte de la inteligencia social; asentir con la cabeza cuando otros hablan, sonreír ante los chistes y expresar tristeza ante las malas noticias son ejemplos de expresiones faciales adecuadas.